Una noche perfecta....

Esa noche estaba decidida, no pasaría ni un día más sin saber si la química que sentía ella, también la sentía él. Si el sentimiento era recíproco. Si él sentía que ella sería para él, como ella lo sentía.
Esa noche, hablaron, rieron y como siempre él se fue, se escapó........y ella, como otras tantas noches, perdió la ilusión por esa noche. Pensó que esa noche no averiguaría su ansiosa respuesta.
Entonces, ocurrio, en su camino hacía la barra del bar, lo vió, a lo lejos, acababa de llegar. No pudo esperar más, tuvo que hacerlo. Sin pensarlo, se acercó a él y ya más cerca le hizo un gesto con el dedo para indicarle que se acercara. Él así lo hizo. Ya no había vuelta atrás. Ella ya no tenía escapatoria. Tenía que hacerlo. Las palabras salieron de su boca, ella no podía controlarlas. Sólo dijo:"tú nunca te complicas?"y él respondió:"no, nunca me complico". Ella comprendió lo que eso significaba, comprendió que él había entendido perfectamente esas palabras (t u n u n c a t e c o m p l i c a s). Para los dos significaba que su historia nunca podría ser.
Para ella, la más grande de sus decepciones. Para él, una forma de ver la vida. Tras escuchar ese NO, con ese dolor aun en su corazon, presa del miedo a perderlo, quizá en un acto deseperado de poder conseguirlo, se lanzó a él. Los dos se sumaron en un bonito beso. De repente el tiempo se paró y los dos disfrutaron de una magnifica velada. Una noche perfecta. Sólos, a pesar de estar rodeados de gente.
Llegó el momento de la despedida. Él, quizá confundido por la pasión hizo planes para el día siguiente con ella. Ella, féliz, de pronto quiso olvidar la frase que había matado su esperanza "No, nunca me complico" y se dejo llevar...........